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Ser mamá ya es un desafío monumental, pero ser mamá y trabajar fuera de casa puede parecer una hazaña casi imposible. La idea de querer «tenerlo todo» puede sentirse abrumadora, y no faltan quienes te hagan sentir culpable por buscar ese equilibrio entre tu carrera y tu rol como madre. Pero aquí estás, demostrando que es posible ser una mamá auténtica y construir una vida profesional que te haga sentir realizada.
Este artículo te brindará consejos para gestionar ambos mundos con menos culpa y más confianza. La crianza consciente no es sobre hacerlo todo perfecto; es sobre hacerlo lo mejor que puedas con las herramientas que tienes.


Escrito por Equipo Editorial
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¿Vale la pena seguir trabajando?
Es normal cuestionarse si mantener tu carrera es lo mejor para tu familia, especialmente cuando sientes la presión de estar en casa todo el tiempo. Sin embargo, múltiples estudios indican que las mamás que trabajan pueden experimentar mayores niveles de satisfacción personal, lo que a su vez impacta positivamente en el bienestar familiar.
Dato interesante
Según una investigación de la American Psychology Association, las mamás con trabajos a tiempo parcial tienden a ser más felices durante la infancia de sus hijos en comparación con aquellas que no trabajan.
Recuerda que tu felicidad y bienestar también cuentan. No se trata de sacrificarte siempre; se trata de encontrar lo que te funciona a ti y a tu familia.
Consejos para gestionar tus roles como mamá y profesional
El equilibrio perfecto no existe, pero sí puedes lograr una mejor armonía adaptando tu enfoque según las necesidades de tu familia y tu trabajo.
1. Libérate de la culpa
La culpa de mamá es real y puede ser paralizante. La sociedad tiende a juzgar a las madres que trabajan, pero cada vez más mujeres están demostrando que es posible ser una mamá consciente y exitosa en el ámbito laboral. Concéntrate en los beneficios que tu carrera trae a tu familia: ingresos adicionales, estabilidad económica y, lo más importante, un ejemplo de resiliencia y esfuerzo para tus hijos.
No eres una mala madre por trabajar; eres una madre que está mostrando a sus hijos cómo perseguir sus sueños.
2. Planifica y aprovecha el tiempo al máximo
Las mamás tienen que ser verdaderas expertas en gestión del tiempo. Aquí algunos trucos que te pueden ayudar:
- Ordena tu supermercado online para ahorrar tiempo.
- Aprovecha los trayectos para hacer llamadas importantes.
- Dedica unos minutos cada noche para planificar el día siguiente.
Estos pequeños cambios pueden reducir significativamente tu carga diaria y darte más tiempo para lo que realmente importa.
Actividad sugerida
Prueba planificar tu semana en un calendario visible para todos en casa. Involucra a tus hijos para que sepan qué esperar cada día.
4. Busca apoyo para el cuidado infantil
Contar con una persona o centro de confianza para cuidar a tu hijo puede marcar una gran diferencia. Investiga guarderías con horarios flexibles, o busca niñeras con buenas referencias y experiencia. Asegúrate de establecer expectativas claras desde el principio y, si es posible, realiza un día de prueba para ver cómo se siente tu hijo.
Relaciones y autocuidado: Los pilares del equilibrio
Fortalece tu relación de pareja
El trabajo en equipo con tu pareja es esencial. Dedica tiempo para reconectar y disfrutar de actividades juntos, incluso si es algo simple como una caminata o una cena en casa sin interrupciones. Una relación sólida crea una base segura para toda la familia.
Tip: Intenta planificar al menos una cita al mes. ¡Agéndalo como si fuera una reunión importante del trabajo!
No te olvides de ti misma
Como mamá, es fácil poner a todos los demás primero, pero tu bienestar importa. Reserva tiempo para ti, ya sea para hacer ejercicio, meditar, leer o simplemente disfrutar de un momento a solas. No es un lujo, es una necesidad.
La clave del éxito: Presencia y flexibilidad
Vive el presente
Es tentador revisar correos mientras ves a tus hijos jugar, pero esto solo genera más estrés y menos disfrute. Cuando estés con tus hijos, intenta estar realmente presente. Y cuando estés trabajando, enfócate en ello sin distracciones.
Aprende a decir “no”
No puedes estar en todos lados ni hacerlo todo. Establecer límites claros en tu vida laboral y personal te ayudará a priorizar lo realmente importante. Recuerda que decir “no” a algo es decir “sí” a algo más significativo.
Pregunta para ti: ¿En qué área de tu vida sientes que necesitas poner más límites para proteger tu bienestar y el de tu familia?
Reflexión final: Estás haciendo un gran trabajo
Ser mamá trabajadora no es fácil, pero cada día demuestras tu fuerza y dedicación. Tus hijos están aprendiendo a ser resilientes, a adaptarse y a valorar el esfuerzo porque lo ven en ti. No importa si hoy no lograste hacer todo lo que te propusiste; lo que importa es que estás aquí, dando lo mejor de ti cada día.
¿Cuál de estos consejos te parece más útil para implementar en tu día a día? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios, nos encantaría leerte!


