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Convertirse en mamá es una de las experiencias más transformadoras, pero también puede hacer que te sientas como si te hubieras perdido en el proceso. El amor y la dedicación hacia tus hijos se convierten en tu prioridad, y eso está bien. Sin embargo, es esencial que no pierdas de vista quién eres más allá de la madre. Aquí te comparto algunas claves para que puedas recuperar tu identidad, mantenerte conectada contigo misma y disfrutar de la maternidad sin dejar de ser la mujer que siempre fuiste.


Escrito por Equipo Editorial
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La maternidad no borra tu esencia
Cuando te conviertes en mamá, es fácil que te pongas en piloto automático, cubriendo las necesidades de tu bebé, tu pareja, tu hogar… y a veces, tú misma te quedas al final de la lista. Esto es completamente normal, pero no significa que debas olvidarte de ser mujer, amiga o persona con sueños e intereses propios.
«Cuidarte a ti misma no es un lujo, es una necesidad para poder cuidar de los demás.»
Pasos para reconectar contigo misma
1. Permítete ser más que mamá
A veces, ser mamá se convierte en tu única identidad, y eso puede ser abrumador. Es importante que te des permiso para pensar en ti misma, sin culpa. La clave es recordar que una mamá feliz y plena es la mejor versión para sus hijos. Dedicarte tiempo para ti, para cuidar tu bienestar, no es un acto egoísta, sino necesario.
2. Recupera el autocuidado diario
El autocuidado puede sonar complicado cuando estás en medio de la maternidad, pero pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia. Comer bien, descansar lo suficiente y hacer algo por ti todos los días, aunque sea pequeño, es fundamental para tu bienestar.
Actividad sugerida
Cada día, dedica 10 minutos a hacer algo que te guste y te haga sentir bien. Puede ser leer un libro, escuchar tu música favorita o simplemente tomar un baño relajante. ¡Esos pequeños momentos cuentan!
3. Fomenta tus relaciones sociales
La maternidad puede hacer que te sientas sola, especialmente cuando todo tu enfoque está en tu bebé. Sin embargo, mantener conexiones con otras personas es crucial para tu salud emocional. Busca tiempo para charlar con amigas, hacer planes con tu pareja o pasar un rato con familiares. Estas relaciones te recordarán que tienes mucho más que ofrecer que solo ser mamá.
4. No renuncies a tus pasatiempos
Recuperar tus aficiones es una de las formas más efectivas de reconectar contigo misma. Si antes te gustaba leer, pintar, hacer deporte o cualquier otra actividad, busca la manera de integrar estos momentos en tu nueva rutina. No es necesario que dejes de hacer lo que te apasiona, solo hay que adaptarlo a la nueva etapa de tu vida.

Hacer cosas que disfrutas, como leer o hacer ejercicio, no solo mejora tu bienestar emocional, sino que también te ayuda a reducir el estrés y a sentirte más equilibrada.
5. Aprende a delegar y pedir ayuda
Sabemos que te preocupas por tu bebé y que a menudo sientes que nadie puede cuidar de él como tú. Pero delegar tareas y pedir ayuda es clave para poder recuperar tiempo para ti. No tengas miedo de pedirle a tu pareja, familiares o amigos que te apoyen para que puedas tener tiempo libre y cuidar de ti misma.
La importancia de un equilibrio saludable
Recuperar tu identidad no significa descuidar la maternidad, sino integrarla con otros aspectos de tu vida. Es un proceso que requiere tiempo y paciencia, pero es posible encontrar un equilibrio donde puedas seguir siendo una mamá presente y, al mismo tiempo, una mujer realizada y feliz.
Recuerda que no se trata de renunciar a nada, sino de integrar todo lo que eres: madre, amiga, mujer, hija y mucho más. Al hacerlo, no solo te beneficiarás tú, sino también tu familia, que aprenderá de tu ejemplo.
Pregunta para ti:
¿Qué actividades te gustaría retomar para sentirte más tú misma después de ser mamá?